La neumonía (neumonía), que también se llama neumonía, es una enfermedad de naturaleza infecciosa que se desarrolla en un contexto de síntomas pronunciados. Los microorganismos patógenos localizados en el órgano tienen un efecto destructivo sobre él, que afecta los tejidos blandos. Según las estadísticas, esta enfermedad termina con la muerte del paciente en el 10% de los casos en adultos y en el 15% en niños. Para evitar las tristes consecuencias, es importante reconocer la enfermedad a tiempo y comenzar el tratamiento de la neumonía.

Formas de infección con neumonía y grupo de riesgo.

Muy a menudo, las infecciones se convierten en la causa de la neumonía, y la infección se produce por gotitas en el aire. Pero hay casos en que el agente causante de la enfermedad se transmite por sangre o linfa.

El riesgo de desarrollar neumonía en un adulto aumenta con las siguientes condiciones:

  • insuficiencia cardíaca
  • trastornos endocrinos;
  • enfermedades respiratorias crónicas;
  • defensa inmune deteriorada;
  • Infección por VIH.

Además, el grupo de riesgo incluye fumadores, personas que usan alcohol y drogas, pacientes postrados en cama, así como pacientes que han tenido intubación en el pasado reciente. El hecho es que durante la ventilación pulmonar con la ayuda de dispositivos especiales, la actividad de los órganos respiratorios disminuye y esto puede conducir al desarrollo del proceso inflamatorio.

La probabilidad de neumonía en niños aumenta bajo la influencia de los siguientes factores:

  • infección intrauterina;
  • lesiones de nacimiento;
  • defectos cardíacos congénitos o trastornos que afectan el sistema respiratorio;
  • resfriados frecuentes;
  • otitis media reciente o bronquitis;
  • defensas inmunes debilitadas;
  • enfermedades oncológicas

Y también están en riesgo los bebés que viven en regiones ecológicamente desfavorables o en condiciones inapropiadas cuando no se respetan los principios de higiene de la vivienda.

¿La neumonía es contagiosa para quienes te rodean?

Dado que la neumonía se produce por gotitas en el aire, se puede transmitir de una persona a otra. En este caso, el grado de peligro depende de la razón por la cual surgió la enfermedad.

Cuando la neumonía es una enfermedad secundaria y se desarrolla como una complicación de la gripe o el SARS, la probabilidad de infección de dicho paciente es muy pequeña. Otra cosa es si la enfermedad es primaria, y en el cuerpo humano hay bacterias activas que provocan neumonía en alta concentración.

Además, el grado de riesgo depende del estado de inmunidad. Si se debilita, aumenta la probabilidad de infección por contacto con el paciente.

Tipos y clasificaciones

La neumonía ocurre como resultado de la multiplicación de la microflora patógena concentrada en los órganos respiratorios. Dependiendo de los patógenos, puede ser:

  • bacteriano
  • viral
  • parásito
  • hongos

Además, la enfermedad se divide en típica y atípica. El primero es causado por neumococos y virus, y los agentes causales del segundo son organismos atípicos, como clamidia, legionella o micoplasma.

Y también ocurre neumonía:

  • primaria, que surge como una violación independiente;
  • secundario, desarrollado en el contexto de una enfermedad;
  • aspiración, cuya causa son microorganismos que han penetrado en el sistema respiratorio con vómitos y objetos extraños;
  • postoperatorio, que surge como una complicación;
  • postraumático, desarrollado debido al daño pulmonar.

Según la gravedad, la neumonía se divide en los siguientes tipos:

  • ligero, procediendo en el contexto de síntomas leves.
  • promedio, cuando los signos de la enfermedad son obvios, pero no hay complicaciones;
  • grave, con intoxicación grave y deterioro del funcionamiento de otros órganos y sistemas.

Atencion Si los pacientes con neumonía leve o moderada pueden recibir tratamiento en el hogar, en formas graves de la enfermedad, se requiere hospitalización y supervisión médica constante.

Signos primarios de la enfermedad

Los síntomas principales de la neumonía en adultos y niños son similares a las manifestaciones de otras enfermedades que afectan el sistema broncopulmonar. En la etapa inicial, hay tales signos:

  • episodios prolongados de tos seca;
  • un ligero aumento de la temperatura;
  • falta de aliento
  • debilidad general;
  • sudoración excesiva
  • náuseas y otras manifestaciones de intoxicación (a veces).

A una nota. En algunos casos, los síntomas de la neumonía son leves, la temperatura está ausente, solo hay una tos leve, disminución del apetito y aumento de la fatiga. Con esta forma del curso de la enfermedad, solo se puede diagnosticar mediante un examen de rayos X.

Síntomas y presentación clínica.

A medida que se desarrolla la enfermedad, los síntomas aumentan y se observan los siguientes cambios en el bienestar del paciente:

  • la temperatura aumenta y se mantiene dentro de 38-40 grados;
  • la tos se transforma de seca a húmeda, con descarga de esputo;
  • aparecen dolores en el pecho, agravados por la inspiración;
  • falta de aliento ocurre incluso al caminar lentamente, respirar con dificultad, con sibilancias;
  • la actividad de las glándulas sebáceas aumenta, el paciente periódicamente "suda en frío";
  • la vitalidad se reduce, una sensación de pérdida de fuerza está constantemente presente.

Además, los síntomas de intoxicación, dolores de cabeza y pérdida de apetito pueden unirse a los síntomas enumerados de la enfermedad.En niños y pacientes de edad avanzada, a menudo se notan desmayos y conciencia borrosa.

Diagnósticos

En el proceso de diagnóstico de neumonía, es necesario no solo evaluar la gravedad de la enfermedad, sino también identificar la causa de su aparición. Para ello, se realizan los siguientes eventos:

  • examen por un médico general;
  • análisis de sangre para el recuento de glóbulos blancos;
  • análisis de sangre bioquímico;
  • investigación general y cultivo bacteriológico del esputo;
  • radiografía de tórax
  • CT y MRI de los pulmones.

Al hacer un diagnóstico, es importante diferenciar la neumonía de otras enfermedades que tienen síntomas similares. Estos incluyen tumores malignos y benignos en los órganos respiratorios, así como la tuberculosis.

Tratamiento de la neumonía en adultos y niños.

Se necesita un enfoque integral en el tratamiento de la neumonía, que incluye tomar varios medicamentos, procedimientos fisioterapéuticos (inhalación, UHF, electroforesis y otros), masajes y ejercicios terapéuticos. Además, el paciente requiere reposo en cama, abundante bebida y alimentos fácilmente digeribles. En este caso, la habitación en la que se encuentra el paciente debe limpiarse y ventilarse regularmente, y humedecerse el aire.

Drogas y antibióticos.

El tratamiento de la neumonía con antibióticos está dirigido a la destrucción de patógenos. Como parte de la terapia, se indica el uso de los siguientes tipos de medicamentos de este grupo:

  • aminoglucósidos;
  • carbapenems;
  • lincosamidas;
  • macrólidos;
  • penicilinas de origen semisintético;
  • fluoroquinolonas;
  • cefalosporinas

La duración del tratamiento con estos agentes es de 1 a 2 semanas. Además, se lleva a cabo una terapia de síntomas, en cuyo marco se utilizan los siguientes tipos de medicamentos:

  • antipirético
  • expectorante
  • antihistamínicos
  • broncodilatadores;
  • inmunomodulador;
  • antiinflamatorio;
  • desintoxicación
  • complejos vitamínicos

La selección de medicamentos se lleva a cabo, teniendo en cuenta la naturaleza y la gravedad de la enfermedad, las enfermedades concomitantes y las características individuales del paciente.

Remedios populares para la neumonía.

Junto con la terapia con medicamentos, la neumonía se puede tratar con remedios caseros. Como regla general, los métodos alternativos son tomar decocciones y tinturas basadas en tales componentes:

  • el aloe y Kalanchoe se usan para combatir las bacterias patógenas;
  • para la descarga de esputo use pie de potro, regaliz, tomillo, hierba de San Juan y anís;
  • para aliviar la inflamación, las preparaciones se preparan con manzanilla, caléndula, brotes de pino, salvia;
  • Para aumentar la resistencia del cuerpo, se elabora ginseng, equinácea y eleuterococo.

Para acelerar la recuperación, debe enriquecer las células con vitamina C. Para estos fines, está indicado el uso de cítricos, viburnum, saúco, arándanos, jengibre, cebolla y ajo.

Además, los ungüentos para uso externo son efectivos en el tratamiento de la enfermedad. Se preparan a base de grasas animales: tejón, ganso, oveja u oso.

Atencion Es imposible curar la neumonía con decocciones y molienda, estas son solo medidas auxiliares. Por lo tanto, es imposible ignorar las prescripciones del médico y negarse a tomar medicamentos, la terapia debe llevarse a cabo de manera integral.

Posibles complicaciones

La duración del tratamiento y el resultado de la neumonía dependen del curso de la enfermedad y la presencia de complicaciones. Si con una forma leve o moderada, la recuperación ocurre dentro de 2-3 semanas, entonces en otros casos lleva varios meses. Las complicaciones más comunes incluyen el desarrollo de las siguientes condiciones:

  • bronquitis
  • pleuresía
  • absceso o gangrena del pulmón;
  • neumosclerosis;
  • procesos obstructivos

Cuando la neumonía ocurre en forma severa, pueden ocurrir los siguientes trastornos:

  • insuficiencia cardíaca y respiratoria aguda;
  • trastornos de la actividad hepática;
  • choque tóxico infeccioso;
  • síndrome trombohemorrágico

Y también la neumonía puede servir como un impulso para el desarrollo de tales complicaciones extrapulmonares:

  • hepatitis
  • meningitis
  • encefalitis;
  • otitis media;
  • endocarditis
  • miocarditis
  • anemia
  • sepsis

Además, los cambios causados ​​por la exposición a bacterias dañinas pueden afectar el sistema nervioso, así como afectar negativamente el estado mental del paciente.

Medidas preventivas

Para prevenir la neumonía causada por la bacteria neumocócica, se realiza la vacunación. Como regla, los niños pequeños y las personas en riesgo son vacunados. Los medicamentos usados ​​forman una inmunidad estable durante 5 años, después de lo cual se requerirá la revacunación.

Además, se puede prevenir una enfermedad peligrosa si cumple con las siguientes reglas:

  1. Lleve un estilo de vida saludable y abandone los malos hábitos.
  2. Tratamiento oportuno de enfermedades crónicas e infecciosas.
  3. Templar y practicar actividad física moderada.
  4. Evita la hipotermia.
  5. Observe la higiene de la vivienda limpiando y ventilando regularmente.

Estas medidas fortalecerán el cuerpo y aumentarán la inmunidad, lo que reducirá significativamente el riesgo de infección. Y si se produce neumonía, ayudará a evitar el desarrollo de complicaciones.