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¿Qué es el síndrome de Stevens-Johnson?

Síndrome de StevensJohnsonEste es un proceso patológico de naturaleza alérgica que afecta las membranas mucosas de los órganos y la piel. La enfermedad es grave y afecta a más hombres en edades jóvenes y medias. Un rasgo característico del síndrome es la formación de ampollas con la consiguiente aparición de erosión en su lugar.

Las causas de la enfermedad

La enfermedad se manifiesta por inflamación ampollosa aguda y tiene la naturaleza de la aparición de una naturaleza alérgica. Tal patología es una respuesta del cuerpo a la introducción de ciertos alérgenos en él.

La patogenia de la aparición de la enfermedad hasta el final sigue sin estar clara. Se cree que durante su desarrollo hay un aumento y estimulación de los linfocitos T citotóxicos, que destruyen las células de la piel. Este proceso patológico conduce a la exfoliación de la epidermis de la dermis.

Los siguientes factores pueden provocar el desarrollo de eritema maligno., que se pueden combinar en varios grupos:

  • agentes infecciosos;
  • productos medicinales;
  • procesos volumétricos de naturaleza maligna;
  • razones inexplicables

Además, se considera la probabilidad de patogénesis de naturaleza genética, cuando el resultado de un mal funcionamiento en el cuerpo es una disminución significativa en sus fuerzas protectoras. Este proceso conduce a cambios patológicos no solo en la piel, sino también en las membranas de los vasos sanguíneos.

Factores de riesgo para el síndrome

El desarrollo del proceso en pacientes adultos es provocado principalmente por los siguientes factores:

  • neoplasmas malignos;
  • tomando varios medicamentos

A diferencia de los adultos, el síndrome de Stevens-Johnson en niños puede desarrollarse en el contexto de las siguientes infecciones:

  • sarampión
  • paperas
  • ARVI;
  • varicela

Además de la patología viral, las siguientes patologías juegan un papel importante en la aparición de eritema maligno exudativo:

  • salmonelosis;
  • tuberculosis
  • tularemia
  • gonorrea
  • brucelosis
  • tricofitosis

A veces, el síndrome se manifiesta como resultado de la ingestión de alérgenos alimentarios, diversos productos químicos o como respuesta de un organismo a la administración de la vacuna. No siempre es posible determinar la causa del desarrollo de la patología. En este caso, ocurre una forma idiopática del síndrome, que ocurre en una cuarta parte de los pacientes.

Síntomas y signos de la enfermedad.

Una característica distintiva de la patología es el inicio agudo de la enfermedad con progresión posterior y la presencia de manifestaciones clínicas:

  • debilidad general;
  • aumento de la temperatura a altas tasas;
  • dolor de músculos y articulaciones;
  • taquicardia
  • tos seca, dolor de garganta y dolor de garganta;
  • vómitos y heces sueltas.

La presencia de síntomas similares a ARVI y la progresión del proceso requieren atención médica inmediata y tratamiento temprano urgente, especialmente con un estado de ánimo alérgico en el cuerpo.

Después del inicio de la enfermedad, los síntomas de la enfermedad se desarrollan aún más y afectan la piel y las membranas mucosas:

  • cavidad oral: las manifestaciones clínicas comienzan a crecer rápidamente y, en un día, aparecen burbujas significativas en la membrana mucosa. La apertura de estas formaciones va acompañada de un extenso proceso erosivo. La superficie de erosión comienza a cubrirse con películas y costras de sangre. Esta patología puede extenderse al borde rojo de los labios, lo que a veces es un obstáculo para que el paciente tome comida y agua;
  • ojo: en las manifestaciones iniciales de la enfermedad, el daño al órgano de la visión es como la conjuntivitis, que tiene un estado de ánimo alérgico. Sin embargo, a menudo da una complicación en forma de infección y el desarrollo de un proceso purulento. En la conjuntiva y la córnea de los ojos, se desarrolla la formación de erosiones y úlceras de pequeño tamaño, es decir, queratitis. Además, la patología puede extenderse al iris y los párpados, causando iridociclitis y blefaritis;
  • genitales: una lesión que se observa en una parte significativa de los casos del proceso patológico. Ocurre en forma de fenómenos inflamatorios con la formación de erosiones y úlceras en el área de la uretra (uretritis), prepucio de los genitales masculinos (balanopostitis), genitales femeninos externos (vulvitis) y vagina (vaginitis). A menudo, este proceso puede dar lugar a la formación de una estenosis, es decir, un estrechamiento de la uretra;
  • piel: la aparición de erupciones en las extremidades, el pecho y la espalda, que se convierten en ampollas de un tamaño significativo de hasta 0,5 cm de diámetro, que contienen un secreto transparente o de sangre en el interior. Después de abrirse, estas formaciones se convierten en erosiones y úlceras, cubiertas de costras.

El período de erupciones activas con síndrome de Stevens-Johnson dura hasta 3 semanas, y el proceso de recuperación de la curación de la erosión y las úlceras puede ser largo y durar varios meses.

Una enfermedad es especialmente peligrosa durante el embarazo, lo que puede provocar un aborto espontáneo o un parto prematuro debido a la gravedad de la patología y al desarrollo de una alta intoxicación del cuerpo de la futura madre.

Clasificación del eritema maligno exudativo

Actualmente, la patología tiene varias clasificaciones condicionales que se distinguen por ciertos parámetros.

Por factor provocador:

  • tipo idiopático: el eritema maligno más común, cuya aparición es provocada por virus y hongos;
  • tipo sintomático - la aparición de patología - esto es una consecuencia del uso de drogas o vacunación.

Por la naturaleza del proceso inflamatorio:

  • forma leve: las erupciones cutáneas son insignificantes y no van acompañadas de un cambio en el estado general del paciente;
  • forma severa: ocurre con manifestaciones clínicas graves, acompañadas de varias complicaciones que amenazan la vida del paciente.

Por tipo de erupción:

  • eritema vesicular: la aparición en la piel de pequeñas ampollas, con un diámetro de hasta 4 mm, llenas de secreción serosa;
  • eritema maculopapular: la aparición en la piel de manchas y pápulas sin un secreto dentro de las formaciones;
  • eritema ampolloso: la aparición de ampollas de gran diámetro (hasta 2 cm) llenas de secreción serosa;
  • La vesícula, eritema bullosa, se caracteriza por la aparición de erupciones y ampollas en la piel y los órganos mucosos. Se caracteriza por un curso severo.

Medidas diagnósticas

El diagnóstico temprano de los síntomas rápidos del síndrome de Stevens-Johnson es de gran importancia. El tratamiento prescrito a tiempo detendrá la progresión de la enfermedad y evitará el desarrollo de complicaciones.

El diagnóstico de la enfermedad se realiza sobre la base de una anamnesis, un examen objetivo, datos de laboratorio, que incluyen:

  • análisis de sangre general;
  • análisis de sangre bioquímico;
  • análisis de sangre inmunológico;
  • coagulograma
  • biopsia de piel;
  • inoculación bacteriana del contenido de erosión;
  • análisis general y bioquímico de orina;
  • Prueba de Zimnitsky.

Según las indicaciones, se realiza un examen instrumental de los órganos:

  • Ultrasonido de los riñones;
  • CT o MRI de los riñones;
  • Ultrasonido de la vejiga;
  • Radiografía de los pulmones.

El diagnóstico diferencial del eritema maligno exudativo se lleva a cabo con diversos procesos inflamatorios de la piel, acompañado de la formación de ampollas. Esta es una dermatitis de contacto alérgica y simple, dermatitis actínica y herpetiforme.

Además, el síndrome se diferencia con varias formas de pénfigo, así como con el síndrome de Lyell. El diagnóstico diferencial se lleva a cabo sobre la base de las quejas de los pacientes, una anamnesis del desarrollo de la patología, los síntomas y los parámetros de laboratorio.

Tratamiento del síndrome de Stevens-Johnson

La terapia de la enfermedad se lleva a cabo de manera integral y tiene como objetivo mejorar el bienestar del paciente, detener los elementos de las erupciones y prevenir el desarrollo de complicaciones.

Dado que el proceso patológico tiene una tendencia a propagarse rápidamente, las medidas terapéuticas se llevan a cabo de forma urgente de la siguiente forma:

  • administración intravenosa de hemodesis, glucosa, plasma;
  • hemocorrección extracorpórea;
  • transfusión de sangre;
  • la introducción de grandes dosis de hormonas: hidrocortisona, dexametasona;
  • agentes antibacterianos;
  • medicamentos que alivian el estado de ánimo alérgico del cuerpo: Suprastin, Tavegil;
  • tratamiento externo de los órganos afectados;
  • terapia sintomática: según indicaciones, analgésicos, medicamentos restauradores;
  • dieta con la excepción de productos con un estado de ánimo alérgico.

El tratamiento del síndrome de Stevens-Johnson tiene como objetivo prevenir una mayor progresión de la enfermedad con la excepción del efecto del alérgeno en el cuerpo.

Posibles complicaciones y pronóstico

El tratamiento de inicio tardío amenaza con diversas complicaciones de los órganos internos. El curso de un proceso patológico maligno puede causar sangrado de los órganos de excreción, neumonía y patología renal.

Además, el desarrollo de colitis puede ser una complicación, y el daño ocular se complicará por la ceguera.Dadas tales complicaciones graves de la enfermedad subyacente, que puede ser fatal en el 10% de los pacientes, el diagnóstico y el tratamiento tempranos juegan un papel muy importante.

Solo en este caso, el pronóstico para la vida será positivo. Las fechas tardías de inicio de la terapia farmacológica dan un pronóstico desfavorable, ya que mientras se preserva la vida del paciente, en la mayoría de los casos se produce una limitación en la capacidad de trabajo y el acceso a la discapacidad.

Prevención

Para prevenir esta patología severa, se deben observar una serie de medidas preventivas, como:

  • dejar de fumar y beber alcohol;
  • seguir una dieta en la dieta y rechazar alimentos que pueden causar alergias;
  • en presencia de patología crónica de los órganos internos, supervisión médica de un médico y tratamiento oportuno de sus exacerbaciones;
  • tratamiento de alta calidad de resfriados patologías virales estacionales;
  • exclusión de medicamentos no controlados;
  • actividad física moderada en forma de natación, estado físico;
  • endurecimiento del cuerpo.

Siguiendo estas simples recomendaciones para la prevención de enfermedades, puede evitar un daño tan severo al cuerpo. Y cuando aparezcan los primeros signos, una consulta especializada y el tratamiento prescrito por él permitirán detener el desarrollo del proceso patológico a tiempo y evitar diversas complicaciones.